8 de mayo de 2016

El fuerte deseo por tener un esposo (He will rule over you)



 Por Cindy, de www.theveilofchastity.com

Traducido por www.atitelodigolevantate.blogspot.com con permiso de la autora.



Mi artículo acerca de las Relaciones de Fantasía pareciera que tocó en lo más hondo de muchas de ustedes. Hubo muchas visitas en mi blog y tuve muchas respuestas por mail a este problema que afecta a tantas mujeres.
Concluí ese artículo con una serie de preguntas acerca de por qué nosotras como mujeres somos tan vulnerables a las Relaciones deFantasía y por qué algunos hombres tienen un increíble poder sobre nosotras. Y finalicé con la noción de Castidad Emocional, la cual es algo que todas debemos luchar por vivir.
En otro artículo expliqué el valor de la Castidad Emocional (¿Qué es? ¿Cómo se practica y cómo se obtiene?). Hablé de la importancia de descansar en la voluntad de Dios hasta que Él desee despertarte y así no “alterar” las cosas mientras esperas.

“Júrenme, hijas de Jerusalén, que no despertarán, ni desvelarán a mi amor, hasta que ella quiera.” (Cantar de los Cantares 8:4)

Pero antes de poder practicar y obtener la castidad emocional, pienso que es necesario entender el porqué detrás de nuestras emociones y deseos. ¿Por qué somos tan vulnerables a las Relaciones de Fantasía y por qué caemos en la tentación de perseguir a los hombres? ¿Por qué  depositamos nuestros deseos en el hombre incorrecto o en el que es “casi” correcto? ¿Por qué nos resulta tan difícil permanecer “adormecidas” hasta que el Señor lo desee?

El pecado original
Puede sonar “pasado de moda” hablar del Pecado Original, pero por favor escuchen lo que tengo para decir. Cuando relacioné la Caída del género humano con mis sentimientos, emociones, deseos y puntos débiles, todo comenzó a tener sentido, especialmente estas palabras de la Sagrada Escritura:

“Sentirás atracción por tu marido, y él te dominará” (Génesis 3:16)

“Sentirás atracción por tu marido”
Pareciera ser una simple oración, ¿no es así? Y, en efecto suena como algo bueno. Pero esa oración la encontramos en el capítulo del Génesis seguido al pecado de Adán y Eva. La oración describe la consecuencia del Pecado Original para nosotras las mujeres. Recuerda, el pecado de nuestros primeros padres afectó profunda y negativamente la relación entre ellos, y este Pecado Original continúa afectando negativamente nuestras relaciones con los hombres y con nosotras mismas.
Entonces, la oración “…Sentirás atracción por tu marido…” ¿qué es lo que significa? ¿Cuál es la consecuencia para nosotras las mujeres? Pienso que la consecuencia es que el proceso de espera por nuestros esposos está caracterizado por un gran deseo y sufrimiento. Igual que en el Cantar de los Cantares, será una devastadora experiencia de espera, deseo y anhelo por nuestro amado. Esto es algo que nuestra primera madre, Eva, no experimentó antes de la Caída. Ni tampoco lo experimentó nuestra Madre Bendita, María, quien fue concebida sin pecado original. Pero nosotras sí.

“…y él te dominará”
Y ahora, ¿qué hay acerca de la segunda parte de la consecuencia? “… y él te dominará” ¿Quién te dominará? Pienso que, el deseo por nuestro esposo y la idea de estar junto a él, nos domina durante el tiempo de espera. Esto contribuye a tener Relaciones de Fantasía, tener la tentación deperseguir a los hombres y tomar el control de nuestro futuro. Estamos en un estado de gran anhelo y de anticipación. Estas ansias y el anhelo que se siente,  si no se controlan, llega a dominarnos, gobernando nuestras emociones, acciones y la visión misma de la vida.
  
Teología del cuerpo
¿Has leído sobre esto? ¿Sabes lo que es? Como Papa, San Juan Pablo II dedicó su primer gran catequesis a la sexualidad y la dignidad de la persona humana. Llamó a este proyecto “Teología del cuerpo” y lo distribuyó en 129 breves discursos dados en Roma, durante las audiencias papales de los días miércoles, entre 1979 y 1984.
San Juan Pablo II tuvo una mente brillante y por eso mucho de lo que trata la Teología del Cuerpo no lo llego a comprender plenamente. Pero hay ciertas cosas que me resultan evidentes, como el impacto del pecado original en nuestra relación con nosotras mismas y con el sexo opuesto. Y de que existe esperanza para sobreponernos a los efectos causados por el Pecado Original.

Sentir la libertad
Aquí expongo algunas palabras de San Juan Pablo II acerca de la Teología del Cuerpo, que me resultaron muy claras:

 “…Cualquiera que permita actuar estas palabras en su corazón, oirá un “eco” de Dios acerca de Su plan original sobre la sexualidad. Experimentará la libertad que perdió y anhelará su restauración. Sentirá en lo profundo de su corazón la tragedia del pecado y clamará en arrepentimiento, y por el poder del Espíritu Santo, Cristo lo salvará…”

Estoy convencida de que nosotros escuchamos este “eco” del plan original de Dios, que anhelamos ser restaurados y poder experimentar la libertad que eso da. Y que sentimos esta pérdida y anhelo en lo profundo de nuestro corazón.

El corazón: Una batalla entre el amor y la lujuria
Durante la catequesis del miércoles 23 de abril de 1980, el Papa Juan Pablo II habló sobre el corazón y de cómo en él existe una batalla entre el amor y la lujuria. Ahora bien, es fácil pensar en la lujuria como un problema más bien de los hombres, ¿no es así? Pero me pregunto, si este deseo de un esposo, mientras esperamos, si está fuera de control, ¿no puede transformarse en una especie de lujuria? Si no tenemos ordenados nuestras emociones y pensamientos, somos tan vulnerables como los hombres a la lujuria, aunque tal vez, de una manera diferente. Los hombres puede que experimenten la lujuria de manera física, y nosotras las mujeres puede que la experimentemos de manera emocional.
Pero, ¿qué es la lujuria? Lujuria significa  “usar” y tratar a una persona como un objeto. La persona humana es cuerpo y alma. El significado Nupcial del cuerpo es ser regalo de la persona completa, en cuerpo y alma. La persona humana, el regalo, no puede separarse. Cuando fijamos nuestras emociones en un hombre que no es nuestro amado, estamos experimentando lujuria porque esa persona no ha sido dada a nosotras como un regalo. Entonces estamos, de alguna forma, usándolo.

No estás loca
Esta visión profunda acerca de nuestros pensamientos y emociones tiene que animarte y no desanimarte! No estás loca. El deseo por un esposo y ese sentimiento de que algo te tira, como si fuese un viento fuerte, es normal.
Pero con esto, no estoy dando vía libre a continuar sin el control de los pensamientos y emociones. Se supone que no debemos estar sujetas a nuestras pasiones desordenadas.
Verás, lo que he descripto es la parte desordenada de nuestra naturaleza. La Castidad, tanto física como emocional, es un llamado a ordenar nuestras emociones, hábitos y deseos. ¿Cómo se logra esto? ¿Recuerdas en otra oportunidad te mencioné la Regla de las 3 citas?

“… No consideres a un chico ni permites que él ocupe tu corazón o pensamientos, hasta que él te haya invitado a 3 citas. 3 citas reales, en las que él pague y te impresione…”

Bueno, esto es recién el comienzo. Hay mucho más acerca de la Castidad Emocional y las iré compartiendo contigo. Recuerda: se trata de la libertad que da Jesús y el poder de Su gracia.
Estás siempre en mis oraciones
Dios te ama y te bendice,
Cindy