14 de febrero de 2014

Querida Dulce Amiga Frustrada (Dear Sweet Frustrated Friend)

Por Cindy, de www.theveilofchastity.com

Traducido por www.atitelodigolevantate.blogspot.com con permiso de la autora.

Aclaración: el siguiente artículo es una respuesta a una carta que Cindy recibió de una lectora de su blog www.theveilofchastity.com 


Querida dulce amiga frustrada:

Luego de la publicación de tu carta “Querido futuro esposo” la semana pasada, es obvio, por los comentarios y apoyo de otras chicas solteras, que no estás sola en tu frustración. Con todo ese apoyo y la amistad virtual, puede que estés sintiéndote un poco menos frustrada, pero es entendible que aún te sientas sola.

No estoy segura de que haya algo que pueda decirte para aliviar tu sufrimiento. Sí, yo creo que estás sufriendo porque estar sin algo para lo cual fuimos creados es un sufrimiento.

¿Puede realmente el matrimonio ser una necesidad?

Yo solía sentirme culpable por mi dolor y mí herida acerca de no estar casada. No estaba segura de tener una visión correcta de esta cuestión, dado todo el sufrimiento que hay en el mundo. 

¿Era mi soltería un sufrimiento? ¿Era el matrimonio algo que necesitaba o simplemente algo que deseaba? Si era simplemente un deseo, ¿tenía derecho a sentir dolor por no tenerlo? Si el Señor es mi Pastor, después de todo, yo no tendría que andar deseando algo más, como el matrimonio, ¿no es así?

Luego, alguien me preguntó: “¿por qué me sentía culpable de querer estar casada?” Me dijeron: “Por supuesto que tus sentimientos de dolor están justificados. No tenés que sentir culpa por desear algo para lo cual fuiste creada como mujer”.

¿Hecha para el matrimonio?

Mucha gente puede leer este blog y pensar que estoy dándole un valor muy alto al matrimonio al punto de llevarlo a un nivel sobrenatural. Pero, cuando leo el Catecismo, veo que el amor de esposos es algo para lo cual fuimos creados: 

 “…La vocación al matrimonio está escrita en la naturaleza de cada hombre y mujer, ya que viene de la mano de su Creador…”

 “…Las Sagradas Escrituras afirman que hombre y mujer fueron creados el uno para el otro: “No es bueno que el hombre esté solo…”

Nuestros cuerpos lloran a gritos por el amor esponsal. En un artículo escribí: 

 “…No soy teóloga pero desde una perspectiva católica sabemos que nuestros cuerpos fueron hechos para glorificar a Dios. El propósito del matrimonio y de nuestra fecundidad es el de glorificar a Dios. No estar apto para completar este propósito es, a mi modo de ver, un tipo especial de sufrimiento.

La forma y el intrincado diseño de nuestros cuerpos revelan esta fuerte conexión entre nuestra fertilidad y nuestra femineidad. Nuestros cuerpos están orientados hacia el amor marital… a la unión y a la procreación. Podría estar equivocada pero creo que Dios llora cada vocación matrimonial demorada o no concretada de una manera única. Me siento segura de que el sufrimiento de la persona soltera no es indiferente a Él ni sus causas escapan de Su atención…”

A pesar de que fuimos creados para el matrimonio, lo cual está escrito muy dentro de nuestra naturaleza, y de que nuestros cuerpos claman por el amor esponsal, desafortunadamente hay una posibilidad real de que alguien tenga que vivir con esta necesidad insatisfecha. Es por esto que creo que los matrimonios demorados y los no concretados son un sufrimiento.

Desánimo

Como sabrás, el enemigo te susurrará que Dios es mezquino y no está en control de la situación. El enemigo tratará de convencerte de tomar las riendas de tu vocación con tus propias manos y hacer que suceda a cualquier costo. Incluso si el costo es tu alma. Sentirás la tentación de comprometerte y aceptar pobres ofrecimientos de los varones. O incluso, tendrás la tentación de salir a “cazarlos”.

______________

Me suena, querida amiga, a que aún estás caminando con Dios y esperando de Él que actúe a tu favor. Estás haciendo tu parte. El desafío será no caer en la desesperación.

¿Qué recomiendo?

1. Reconocer y aceptar que tienes una necesidad no satisfecha.

2. Ser honesta con Dios acerca de tus sentimientos. Él puede alivianar esa carga.

3. Continuar sumergiéndote en los Sacramentos (fuente de Gracia) y en las Sagradas Escrituras.

4. Encontrar tu misión más allá de tu profesión (a no ser que tu profesión incluya esa misión).

5. Descubrir que Dios es nuestra única Esperanza. 

Tu futuro esposo

Sé que estás frustrada porque él no te ha encontrado aún. Pero, ¿has considerado que él también está sufriendo y tiene necesidad de ser sanado? ¿Que le encantaría abrazarte y compartir sus días con vos? ¿Que desea más que nada encontrarte y tener en brazos esos niños que tú también deseas?

Reza por él, para que no caiga en la desesperanza y para que su cuerpo y alma sean protegidos de la pornografía y de relaciones sexuales fuera del matrimonio. Él necesita tus oraciones tanto como las necesitará cuando estén casados.

Recordando a Santa Mónica, tu futuro esposo puede estar lejos del Señor y, similar a San Agustín, muy necesitado de oración. Tus oraciones para él y el ofrecimiento de tus sufrimientos por él son una combinación poderosa.

Prepárate

 (Fragmento de la carta de la lectora a su futuro novio) “…Pienso que esta carta fue escrita para un fantasma, y es una verdadera pena porque he estado trabajando en mí misma para ti. Estuve tratando de transformar mis vicios en virtudes, tomar mis faltas y convertirlas en bendiciones, y hacer mis áreas de debilidad más fuertes. ¿Para qué? Aparentemente para nada, y eso realmente me molesta…”

Pienso que lo que has escrito arriba es entendible. Es fácil preguntarse si fue todo para nada. Vos y yo hemos chateado esta semana sobre todas las cosas que estás haciendo para acercarte al Señor y cambiar tus vicios en virtudes. Me hace acordar a la parábola de las 10 Vírgenes y las Lámparas de Aceite y cómo se aplica a tu soltería. Debemos estar siempre listas. En un instante, todo puede cambiar. 

Sé que estás teniendo problemas en creer que tu esposo existe. No puedo decirte si es así o no. Si no existe, entonces las 5 recomendaciones arriba dadas son fundamentales para luchar contra esa aflicción. El Señor te dará la gracia necesaria para remediar tu sufrimiento. Si tu esposo sí existe, entonces, es una cuestión de esperar… pacientemente… a que el Señor actúe. Él es nuestra única Esperanza.

Dios te ama y te bendice, mi dulce amiga.
Cindy

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Artículo original aquí

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