31 de agosto de 2014

Cuídate el corazón (por Esther Rich)

El siguiente artículo fue publicado por Esther Rich, creadora del Blog For Such a Time as This para www.theveilofchastity.com


“Con todo cuidado vigila tu corazón, porque de él brotan las fuentes de la vida.” Proverbios 4:23


CUÍDATE EL CORAZÓN. Es algo que es hemos escuchado repetidas veces, tanto que suena más como una amenaza que como palabras de aliento.

Me encanta el concepto de
‘El Velo’, porque me recuerda que puedo contar con Dios. Él me protege de las malas decisiones, y me tiene como su regalo para el hombre para el cual Él me quiere (y cuida a ese hombre para mí). Sin embargo, sería peligroso pensar que me puedo confiar de eso y vivir como me plazca porque Él "se encargará mis errores"
Sí, actuará en pos de mi bien, pero como en cualquier relación, es injusto pedir que haga todo el trabajo. Si bien es importante estar abierto a Dios y dejarlo trabajar en nuestras vidas, tenemos que trabajar con Él en la concreción de su plan para nosotros.

Eso significa poner a Dios en el centro de todo lo que hacemos, y pensar si nos estamos dirigiendo hacia donde él quiere antes de dar cada paso. Una vez, yo estaba dando la comunión en misa y un chico muy buen mozo (sip, ¡santo y guapo!) se acercó al altar. Me puse nerviosa, me olvidé de lo que estaba haciendo y le di "El sangriento de Cristo" Ahora me río, pero la verdad es que en ese instante no me estaba concentrando en el Señor: dejé que un chico del que no sabía ni el nombre se interpusiera entre el Jesús sacramentado que tenía en la mano y yo.

Alguna vez escuchaste la frase "Ponte a correr hacia Jesús y luego fíjate quién está corriendo contigo."? En la carrera de la vida, mantén tus ojos en Cristo tanto tiempo como sea posible antes de entrar en una relación. ¡Da tiempo para que los débiles, los faltos de determinación y los poco comprometidos abandonen la carrera! No quiero decir que haya que posponer el matrimonio por años si la oportunidad de contraerlo está aquí cerca, digo que te des tiempo para un profundo discernimiento. Vivimos en una cultura de la gratificación inmediata, así que nuestra reacción natural es lanzarnos rápidamente a las relaciones, intentando así conseguir pronto los beneficios que en realidad se consiguen a más largo plazo. En vez de eso, disfruta el camino.

 
No te apures
El comienzo de una relación con alguien es estresante, es agotador, es confuso. Si somos honestos con nosotros mismos, es una etapa que queremos que pase rápido. Sin embargo, no permitas que la impaciencia y la incomodidad te hagan actuar precipitadamente. Tómense las cosas con calma, disfruten de la compañía del otro. Entren al NOVIAZGO permitiéndose discernir si tiene potencial para ser esposos. Si ven que no lo tienen, no sigan juntos sólo porque sí. Eso no tiene un fin productivo, y significa que no están abiertos a la verdadera vocación a la que pueden estar siendo llamados.
 
Pon estrictos límites
No te pongas en una situación que te deje vulnerable a la tentacción o a las interpetaciones equivocadas. En los primeros días ­–durante el tiempo que lo necesites- trata de evitar que se queden ustedes dos solos en una salida de grupo y siempre di "buenas noches" a una hora razonable. Sé cuidadosa en cuanto a dónde y en qué momentos se encontrarán. Elige una digna cena romántica en un restaurante antes que una comida demasiado íntima a la luz de las velas en su casa.

No te abras a hablar asuntos que sólo hablarías con tu amiga más cercana.

Ninguna relación se ha construido sobre la dependencia o la manipulación. ¡Al menos ninguna relación que haya sobrevivido! Apoyarse en ellas para resolver tus problemas o darle tu carga a otro sólo logrará poner en la relación una presión que no pueda soportar. Detente y piensa adónde está yendo la conversación antes de que abran sus corazones muy temprano en la relación. Entrar en conversaciones que son más profundas que la el status de su relación puede manejar te lleva a la confusión y a la desolación. Créeme, me ha pasado.

Cuidarte el corazón NO significa evitar el sexo opuesto. No es un consejo para evitar entablar relaciones y quedarte encerrada por miedo a cometer errores. Tampoco es una excusa para el aislamiento por miedo a resultar herida. No significa cerrar tu corazón tanto como para evitar la vulnerabilidad humana no abriéndote a nadie. El amor ES por naturaleza vulnerabilidad.

Cuidarte el corazón ES prestar atención a cómo actuas, a lo que dices y a con quién estás. Es practicar la autodisciplina para protegerte de las aflicciones y del pecado. Es usar el discernimiento en tus relaciones, construyéndolas con confianza mutua, y poniendo cimientos sobre los cuales después abrir tu corazón a la otra persona cuando sea el momento adecuado.

Tu corazón es valioso, asegúrate de que tu chico pueda pagar lo que vale antes de dárselo.

Esther es estudiante del último año de la carrera de Psicología de la Universidad de Oxford. Tiene gran pasión por empoderar a las mujeres para que sean lo que Dios haga de ellas y por complementar el nuevo feminismo. Su blog: For Such a Time as This


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